El pasado jueves, la Departamental Durazno del SUNCA presentó públicamente una importante donación de aparatos ortopédicos, valorados en más de 35 mil dólares americanos, en el marco de un gesto excepcional por parte de la familia de un trabajador extranjero fallecido.
El origen de esta colaboración se remonta a febrero de 2025, cuando un obrero de nacionalidad china, de 54 años, murió en un accidente de tránsito mientras trabajaba en la empresa CEMEC, adjudicataria de la obra del anillo de alta tensión de UTE.
Pese a que el SUNCA había dispuesto una obra solidaria para asistir a su familia, el hijo del trabajador, en contacto con la embajada china, declinó recibir el dinero y decidió donarlo a la Fundación SUNCA Solidario.
Una decisión que dejó huella
“Fue la primera vez que una familia extranjera rechaza el dinero para donarlo a la Fundación”, explicó Gustavo Robatti, integrante de la fundación, en conferencia de prensa. Añadió que se trató de un gesto cultural y de gratitud hacia los trabajadores uruguayos.
La Fundación, creada en 2013, canalizó 3.119.000 pesos uruguayos (unos USD 80.000), de los cuales más de la mitad se destinó a la compra de elementos ortopédicos para trabajadores de todo el país, entre ellos los de Durazno. La otra parte quedará en reserva para futuras ayudas.
Elementos adquiridos y distribución responsable
Con parte del monto se adquirieron camas ortopédicas (manuales y eléctricas), sillas de ruedas, muletas, bastones canadienses, andadores y eleva waters, que serán prestados gratuitamente a trabajadores que los necesiten.
“La responsabilidad de los compañeros es cuidarlos y devolverlos, porque donaciones como estas no se repiten seguido”, subrayó Robatti. La departamental Durazno se encargará de coordinar el uso de los elementos, siguiendo criterios de necesidad y disponibilidad.
Compromiso más allá de la afiliación
Durante la actividad, Robatti y Matías Machuca, también de la Fundación, explicaron el complejo proceso administrativo que implica canalizar estas ayudas. Mencionaron trabas como la falta de registros de afiliación formales y la ausencia de controles por parte de algunas empresas.
A pesar de estas dificultades, destacaron que el SUNCA no discrimina entre afiliados y no afiliados al momento de brindar apoyo. “El que se afilia lo hace sabiendo que el sindicato trabaja para todos”, puntualizaron.











