La entrevista con un etólogo canino uruguayo permite conocer la historia de Martín Sugo, un joven tacuaremboense que recorre América junto a su perra Kiuubi para educar a humanos y perros por igual.
Viaja en bicicleta junto a su perra Kiuubi, ofreciendo talleres, charlas y entrenamientos caninos por todo el país y el continente. Martín Sugo es uno de los pocos etólogos caninos de Uruguay, y su historia, tan singular como valiosa, conjuga amor por los animales, compromiso social y un llamado urgente a la educación.
Un viaje con causa
En conversación con El Acontecer, Sugo relató que ya lleva una semana en Durazno. Su viaje comenzó en Tacuarembó, y recorrerá varias ciudades uruguayas antes de continuar hacia Argentina, Bolivia, Perú y más al norte, por la costa del Pacífico.
“En 2018 hice mi primera gira por Brasil, Argentina y Bolivia. Estuve viajando hasta 2023 con la bandera de la conciencia sobre la causa animal, especialmente los perros”, dice. La respuesta en las ciudades es buena: “Conozco muchas personas que nos reciben con la mejor onda”.

Etología, más allá del adiestramiento
Martín Sugo no es un simple entrenador. Es etólogo canino, una profesión que combina biología y psicología animal. “La etología es una ciencia poco conocida. Se estudia el comportamiento y la conducta, no se trata solo de enseñar trucos. Se trata de lograr una buena convivencia”, explica.
“De 10 entrenamientos, 8 son con humanos y 2 con perros. Es decir, entreno más a los dueños. Les dejo ejercicios entre clases. En dos semanas, con clases lunes, miércoles y viernes, el perro queda pronto. Pero depende mucho del compromiso del humano”, asegura.
Kiuubi y la educación emocional
Sugo tuvo un pitbull llamado Haiser, ya mayor, que hoy descansa en Tacuarembó. Fue un perro de terapia y apoyo emocional. Su actual compañera de ruta es Kiuubi, de apenas un año y medio, entrenada para trabajar con niños y otros perros.
“La educación asistida es muy poderosa. Vamos a escuelas, y los niños trabajan luego con los docentes a partir de la visita del perro. Hacen dibujos, escriben historias. Apuntamos especialmente a grupos con educación inclusiva, como niños con autismo”, dice.
Una ciencia con pocos referentes
En Uruguay, según cuenta, hay apenas tres etólogos caninos. La mayoría se especializa en animales de producción. Por eso, Martín viaja constantemente, formándose en el exterior y compartiendo conocimientos en cada parada.
“He entrenado perros que ladraban sin parar, que eran agresivos, que no volvían cuando se soltaban. No se trata de castigar, sino de enseñar y acompañar. Hay muchos mitos. No es la raza: es cómo se cría al perro”, sostiene.
Y apunta una crítica con propuesta: “Hoy en día, de 10 casas, 8 tienen perro o gato. La educación animal debería ser parte del sistema educativo. Talleres en barrios, participación de colegas, más interacción”.
Aprender de los perros
Martín Sugo rescata lecciones profundas del vínculo con sus perros: “El perro te saca de la depresión, te conecta con el momento. Es un compañero que no pide explicaciones. Te devuelve amistad y lealtad”.
Cuenta que muchas veces, el paseo con el perro se convierte en una forma de desconexión saludable. “No pensás en las cuentas, ni en el trabajo. Estás ahí, presente. Y eso sana”. También pide: “Castren, adopten, vacunen. Es clave. Los refugios no dan abasto”.
Libro, redes y más futuro
Martín está por lanzar un libro para niños, donde los protagonistas son los animales, y se enseña coloreando y leyendo. Su idea es transmitir valores de cuidado, respeto y comprensión desde la infancia.
No tiene domicilio fijo. Su cuenta de Instagram, @4patasporelmundo, documenta sus viajes y actividades. También puede ser contactado al 092 996 435.
“No tengo fecha para estar en cada ciudad. A veces un día, a veces un mes. Salimos desde Florida, vamos a Colonia, luego cruzaremos a Argentina y de ahí hacia el norte. No hay meta más que seguir viajando y compartiendo”, concluye con una sonrisa.











