El director saliente de Obras, Matías Cabrera, valoró la gestión del quinquenio y advirtió que la tarea administrativa “no es sencilla”, en referencia a su sucesor Morena.
En una extensa evaluación de su gestión, el director de Obras saliente, Matías Cabrera, destacó los logros del quinquenio bajo la administración Vidalín, admitió las presiones del cargo y deseó buena gestión al equipo entrante. “Cuando Morena esté al frente de la dirección va a ver que la tarea administrativa no es tan fácil como dice”, expresó, aludiendo a las críticas previas del futuro jerarca.
Cabrera sostuvo que “Vidalín no es un intendente fácil” y lo describió como un jefe exigente, que mantiene contacto permanente, incluso a la madrugada. “Nos lleva bajo un tormento, pero es parte del desafío, uno aprende a trabajar bajo presión”, explicó.
Reconoció que el cargo es más desgastante de lo que imaginaba y mencionó que “entre octubre y noviembre siempre me enfermo por acumulación de presión”. Agregó que muchos comentarios injustos recibidos por redes o medios afectan, aunque con el tiempo se desarrolla una “cáscara” para resistir.
Números y obras
Cabrera defendió la gestión con cifras: “Se ejecutaron más de 3.900 millones de pesos en inversión, frente a 1.900 del quinquenio anterior”. Además, resaltó la renovación de maquinaria, aunque admitió la dificultad para encontrar choferes debido a la competencia con el sector privado.
Diferenció su desempeño en dos áreas: las obras por contrato, con balance positivo, y la gestión administrativa del Centro Logístico, donde reconoció falencias por falta de personal clave como mecánicos y choferes.
Sobre los problemas de bacheo, explicó que muchos pozos son causados por pérdidas de OSE. “La comuna no puede incluir cañerías en las obras si no se garantiza el cobro. Para eso hay que tener espaldas”, señaló.
También justificó las intervenciones recientes en calles céntricas: “Parecen innecesarias, pero muchas losas están sostenidas solo por aire. Intervenir a tiempo evita accidentes”.
Infraestructura y ciudad
Cabrera destacó obras que consolidan a Durazno como ciudad: nuevas avenidas, semáforos, parques y plazas infantiles. Señaló especialmente el Parque del Bicentenario, que inicialmente fue cuestionado, pero que hoy es muy utilizado. Afirmó que ocurrirá algo similar con el parque inundable.
En cuanto al interior del departamento, aseguró que se hicieron obras importantes en todas las localidades y que el superávit se repartió de forma equitativa. Mencionó, por ejemplo, la climatización de la piscina de Cerro Chato como parte de los proyectos en ejecución.
Retorno a la vida profesional
De cara al futuro, Cabrera adelantó que volverá a ejercer su profesión, aunque reconoció que será un proceso de readaptación. “Hace seis años que no toco el programa de dibujo, tuve que hacer unos certificados y me di cuenta que todo cambió”, confesó.











