El Padre Erico Fecher falleció el 28 de junio en Alemania. Fue una figura pastoral clave en Durazno, Florida y Sarandí Grande desde 1972.
El Padre Erico Fecher, sacerdote palotino con más de medio siglo de servicio pastoral en Uruguay, falleció en Alemania el pasado sábado 28 de junio de 2025. La noticia fue confirmada por el Obispo Martín Pérez Scremini a través de un comunicado de la Diócesis Florida-Durazno, invitando a la comunidad a orar por su alma y agradecer por su misión.
Erico Fecher nació el 11 de agosto de 1942 en Niedernberg, Alemania. Tras una infancia marcada por la tragedia —perdió a sus padres siendo niño— fue acogido por la familia Klement, a quienes siempre agradeció por su amor y contención. Su camino religioso comenzó temprano, primero en el seminario diocesano de Mittelberg/Main y luego en la comunidad de los Padres Palotinos, donde se ordenó sacerdote en 1969.
Llegó a Uruguay el 8 de marzo de 1970, iniciando una intensa labor pastoral. En 1972 fue designado párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen de Durazno, donde dejó una profunda huella por su cercanía con la gente, su dedicación a los más necesitados y su impulso a las vocaciones. También trabajó en Florida y Sarandí Grande, siendo además formador de seminaristas, rector regional de su congregación y pionero en el uso de los medios digitales para evangelizar, especialmente durante la pandemia.
Últimos años y retorno a Alemania
En 2023, afectado por problemas de memoria, fue trasladado nuevamente a Durazno para reducir sus responsabilidades. Allí recibió el cariño de una comunidad que siempre lo valoró. Ese mismo año, y con la lucidez que aún conservaba, decidió regresar definitivamente a Alemania, país natal que no pisaba desde hacía más de cinco décadas.
El 6 de enero de 2025 llegó a Hersberg, su primer hogar palotino, donde fue recibido por sus compañeros y por el Provincial alemán. Allí pasó sus últimos meses, mientras su salud se deterioraba lentamente.
Una vida entregada
Desde la Diócesis, sus compañeros destacaron su “testimonio de vida y entrega generosa”, afirmando que fue “un sacerdote empapado de Dios y abrazado a la realidad que le tocó vivir”. El Padre Érico fue un pilar espiritual y humano para cientos de familias uruguayas, especialmente en Durazno, donde se celebrará una misa en su memoria el sábado 5 de julio a las 19 horas, en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen.

















